Lo que los gatos maullan...

lunes, 31 de octubre de 2011

Historias para dormir


Había una vez en un reino lejano un príncipe engreído que se creía superior a todos, la aldea del príncipe era un poco pequeña y había que salir a cazar en las temporadas de otoño. El príncipe participaba,, era uno de los mejores cazadores de la aldea.

Un día mientras el equipo iba de camino hacia el bosque vecino, una tormenta azoto fuertemente, el grupo se tuvo que separar, el príncipe quedo solo a su petición, sí bien era un engreído, sabía que su gente y su pueblo debía ser su prioridad.

Así que les pidió que se refugiaran y el buscaría ayuda, pero la tierra cedía ante el peso de su corcel y suyo, y el agua que creaba una sustancia movediza al contacto de la tierra. El príncipe callo inevitablemente por un sendero, y junto a su corcel quedo inconsciente, después de un rato sintió la protección de la lluvia, al abrir los ojos se vio dentro de una choza, incluso su caballo estaba con él, estaba cansado, así que el sueño lo venció nuevamente.

Al despertar se encontró con una persona, el dueño de la cabaña, supuso, era una persona muy humilde. El príncipe vio la poca comida que había preparado, comida que el señor al ver que su invitado había despertado, ofreció inmediatamente, el príncipe acepto, pensando que el hombre ya había comido, y sin preguntar consumió lo preparado.

Al terminar le pregunto al hombre su nombre, y por qué le había ayudado.

El sujeto solo dijo que a él le gustaría recibir ayuda en una situación así.

El príncipe miro a su alrededor y no encontró los restos de la comida del hombre así que le pregunto. 

El hombre le dijo que no había comido, ya que el a duras penas había podido conseguir lo suficiente para una porción, así que decidió que sería para su invitado.

El príncipe se sorprendió al escuchar que este era un ex sirviente suyo, al que corrió por romper una taza años atrás, al mirar por la ventana cayo en cuenta de que ya no llovía, así que salió en busca de sus hombres. Al regresar al palacio ordeno que arreglaran una habitación en el palacio y mando por unos guardias, cuya tarea seria ir por el hombre al bosque, y cuando llego al palacio le dijo con voz firme:
"Tú que has osado darme de comer un platillo tan humilde que no me ha llenado, tú que has osado acostarme en el piso con un trapo viejo, tú que has osado a salvarme, este será tu casa para siempre, y aquí tanto para ti como para tu descendencia habrá techo, comida y trabajo, siempre"
El hombre que no creía lo que escuchaba soltó a llorar, agradecido, ya que estos años había sufrido mucho.
El príncipe añadió: “Tú que has ayudado a aquel que te ha pateado, tu eres el que más merece este lugar".

El príncipe entendió entonces, que su actitud tan déspota dañaba más de un modo, así que desde ese día él cambio para todos, y su gobierno fue de los más justos y recordados por el pueblo, el hombre vivió en el castillo como mano derecha del príncipe, y su descendencia fue igualmente recibida por los futuros reyes, creando así un lazo de amistad irrompible que inspiro a todo el pueblo.

Historia inventada en el chat de facebook, no me gusta mucho pero la dejaré así, sólo por está vez...
Que esta historia te ayude a dormir, mi bien, que este caballero cuide tus sueños...

domingo, 23 de octubre de 2011

Te quiero y punto.


Te quiero demaciado amor, es de esos cariños bien queridos, de esos cariños que siguen brillando en lo oscuro del corazón.

Y puedo ser paciente amor, paciente siempre ha sido mi segundo nombre, el tiempo pasa y no hay prisa, la vida es, y no hay prisa.

Te puedo contar cuentos hasta que te quedes dormido, puedo velar tu sueño para que nadie lo interrumpa.

martes, 11 de octubre de 2011

Flores para la vida II

Recuerdo que un día tuve muchas cosas, recuerdo que las quería.

Recuerdo que un día lloraba y que otro reía.

Pero no recuerdo tú voz, ya no, ni la de ella, ni la de él. No puedo recordar a cuantas personas he olvidado, ni su rostro, ¿cuántas risas comportidas hacen eco en el olvido? 

Y no es que no me importe, es sólo que según Oviedo: 

"Otros acontesimientos que iluminan (u oscurecen) facetas a las que antes se concedían poco (o demasiada) importacia"

La vida sigue, día a día, las cosas cambian, nunca te paras en el mismo rio dos veces, en la misma tierra, no amor, no.

Y eso está bien, eso me gusta más que tu sonrrisa, porque ahora te puedo decir que la falsedad de tú persona al final te carcome sólo a ti, porque en mí como te daras cuenta, el tiempo pasa y pronto serás una nube más en el cielo de mis recuerdos.

Pero no te preocupes, amor mio, sé que nuestros momentos siempre los recordaré.

sábado, 8 de octubre de 2011

Musas en el aire, nubes esponjosas.

El cigarro expulsa un humo magico.

Ese humo que da oportunidad de existencia, de vida. 

Crea musas con formas deformes en el aire, algunas sufren por saber que comienzan a extinguirse desde que nacen, otras se ven feliz porque tuvieron la oportunidad de estár.

Es como la esponjosidad de las nubes, tan altas y perfectas, que desde una banca en el parque parecen un arbol con raices firmes y fuertes, pero son libres y amorfas, pueden ir sin ninguna atadura, pueden ser como quieran.

Todo va de maravilla, ya no me duele nada de nada.

Pero tenía miedo, miedo de tantas cosas. Pero ya no, quiero dejar de temer en cosas extrañas, sin sentido.

Quiero amarte como debe ser. Y lo voy a hacer. Sin miedos, te amaré como si fuera indestructible.