Lo que los gatos maullan...

viernes, 20 de enero de 2012

Lo que soy.

Me gusta el color morado y el azul. Me gusta tirarme en el patio de mi escuela para mirar el cielo, me gusta acostarme en el pasto para hacer lo mimo, me gusta encontrar formas en las nubes pachonsitas del cielo, me gusta gritar en la cima del mundo. Me gusta escuchar música y no escucharla, me gusta escuchar lo que el viento nos cuenta, me gusta perderme en el espacio, sentir que soy algo en el mundo. Me gusta salir a la calle y que la gente me mire el pasar, sonriendo y riéndome de mis problemas, me gusta mi suéter azul. Me gusta tener un control, me gustan las ritos y costumbres, me gusta tener las cosas en orden y pensar antes de actuar. Me gusta entregarme totalmente aunque me destruya. Me gusta pelear hasta que mis manos sangren, y luego seguir, seguir hasta que ya no las pueda mover, me gusta pelear y seguir adelante. Me gusta gritar hasta que me duela la garganta cuando lloro de amor, me gusta tirarme en el piso abrazando mi peluche imaginando que alguien me necesita. Me gusta abrazar mi suéter pachonsito morado. Me gusta acostarme en el piso y sentir que todo esta bien, aunque sea mentira. Me gusta mirar a Siberia, porque se que al menos ella me extrañaría, me gusta acariciar sus patitas, amo esas patitas pachonsitas de cachorra que tiene. Me gusta ver anime y series estadounidenses, me gusta ver doramas. Me gusta escuchar música asiática, y que me señalen por eso. Me gusta pensar que soy buena en algo para motivarme. Me gusta imaginar, me gusta sentir, me gusta mi cabello, me gustan mis labios, me gustan mis pechos, me gusta mi piel, me gustan mis ojos. Me gusta pensar sin pensar, sentarme en un parque en medio de la cuidad y quedarme en silencio escuchando como dos mundos se funden. Me gustan los lobos y los tigres de bengala, me gustan las cosas pachonsitas, amo las vacas porque amo la leche. Me gusta acostarme en el sillón de mi casa, en el grande, me gusta acostarme en el piso de mi cuarto. Me gustan los pasteles con limonada. Me gusta sentarme en las bancas de la escuela y ver el cielo. Me gusta el delaware punch. Me gusta quedarme sentada en la obscuridad de mi cuarto, escuchar el silencio de la casa, escuchar como se queja de todo lo que le hacemos, me gusta imaginar que mañana despertare temprano y me levantaré a la primera ocasión y que no volveré a dormir. Me gusta abrazar a las personas. Me gusta mirar a los ojos a las personas. Me gusta limpiar la casa para que al darme la vuelta vea todo en orden, oler y sentir. Me gusta cuando algo hace "click" dentro de mí. Me gusta comer. Me gustan las decisiones que tome, y me gustan más las que no tome. Me gusta ser lo que soy. Me gusta plantar mis temores en la tierra. Me gusta mirar el cielo, me gusta pensar que lo único con lo que no podríamos cargar es el cielo. Me gusta caminar y ver que el cielo esta sobre mí. Me gusta pensar que puedo ser mejor que ayer. Me gusta mirar la Luna y las estrellas, escuchar la canción que me arrulla, me gusta recuperarme de las heridas en la curvatura de la Luna. Me gusta ser simbólica, convirtiendo las cosas materiales en un símbolo que nos ayuda a ser y no olvidar nuestras promesas. Me gusta cumplir mi palabra.

Me gusta pensar que seré la rosa de alguien y que mi principito me cuidará, que crearemos un rito como el del zorro.


Me gustaría caminar con alguien a mi lado, y que me pueda tomar de la mano ante todos. Me gustaría que pueda soñar a mi lado, que pueda dormir y despertar a mi lado. Y me aterra pensar que el amor de mi vida está afuera, necesitándome.




Me gusta esperar por ti, amor.

miércoles, 11 de enero de 2012

Cosa rara es el corazón.

No sé si ya no te quiero o mi amor por ti está en su máximo esplendor.


Eso es lo que pensaba hace unos días, pero la verdad es que te sigo amando como en el principio.


A pesar de que sé que estás con alguien más, está bien. He soportado un mes así, tú pregunta de ayer me hizo reír mucho. Está claro que una persona como tú altera a todos a su alrededor, porque tú estás en constante cambio, y no es como si todos los demás fuéramos estáticos, es sólo que nuestros cambios los guardamos, o muchas veces, ni los notamos, pero tú eres un dramático.


DRA-MÁ-TI-CO.


Estos días, abro el blog y planeo escribir  ^(^ o^)^...pero no se me ocurre que escribir (OoO!), rayos, lo sé.


Una canción me hizo darme cuenta, que mis sentimientos son firmes aunque me duele y mi conciencia grita que está mal. 


He sido corrompida por el veneno del amor.


Tal vez eso era lo que me faltaba...caer de rodillas ante él.



Y con todo, me dan ganas de amarte más.

jueves, 5 de enero de 2012

Tonterías y pensamientos

Y soy una tonta lo sé.


La costumbre que me estoy haciendo de sujetar la rosa tan fuerte que me entierro las espinas, aunque se que después, me dolerá más sacarlas.


Es doloroso, lo sé. Pero no estamos hechos para amarnos por toda la eternidad. Porque la única verdad es que hay personas a las que se amará por siempre, y hay otras que se van dejando de querer hasta que desaparecen.


Y yo no puedo dejar de amar a estas tres personas, no no, no puedo, porque están clavadas en lo más profundo de mí.


Pero lo peor es que antes de romper mi promesa, esos juramentos, antes de doblar mi palabra, prefiero destruirme, prefiero nadar en el mar de mi dolor...antes que hacerle daño a alguien...


Y mira que por ti, me he hecho añicos...


Me gusta pensar que lo único con lo que no podríamos cargar es el cielo.

martes, 3 de enero de 2012

Y cómo explicar...

Y como te digo que después del ultimo mensaje te quiero marcar...


Sé bien lo que dije, pero me preocupo demasiado, y eso lo sabes bien tú. Estos sueños que tengo no me ayudan en nada, siempre estás ahí, llamándome de una manera y no sé lo que debo hacer, tal vez es mi conciencia que me recrimina el hecho del último mensaje, o tal vez eres tú llamando de una manera.


¿Pero yo qué hago amado mio? 


Si resulta ser lo primero, quedaré de un modo extraño ante ti, si resulta que es lo segundo, sabes que te apoyaré, y tengo miedo de ambas cosas, miedo de que mi amigo este en problemas y no esté a su lado para apoyarlo.


Y cómo te explico que soy la misma de antes, la inmadura, la infantil, la tonta, tal vez incluso más tonta que antes. Qué mi voz ya no tiene valor ni fuerza, que ya no soy feliz...


Tú ausencia, irónicamente, es lo único que me da fuerza, yo creo en el mañana, en que mañana te conectes y me digas "Hola" cerca de las 8...y no sé porque lo espero si teníamos un trato, yo sólo quiero saber que estás bien, dame cualquier señal, sólo una señal.

Pero luego todo se calma, y me digo que sí quisieras regresar, conoces el camino...¿verdad?