Lo que los gatos maullan...

martes, 22 de octubre de 2013

Confidentes

Cuándo ya no sabes que hacer.

Cuándo crees que vas a explotar.

Cuándo tu voz ya no llega a los demás.


Es bueno hablar con alguien.


Una vez ya dije que no me gusta pedir consejos, porque considero que en ocasiones, cuando pedimos una opinión es porque ya sabemos que tenemos que hacer, pero no queremos hacerlo y buscamos otra salida.

Pero un confidente no es lo mismo que un consejero, es confidente tiene el valor de la palabra.
Sacar todo lo que has estado cargando, lo que te quita espacio y tiempo para los que quieres y te distrae del trabajo.

Estos días han sido pesados, difíciles y grises. Pero encontré un confidente, lo más curioso es que lo encontré donde menos lo buscaba. Una profesora de la facultad. Me ha escuchado y me ha apoyado, se lo agradezco infinitamente, pude liberarme de las emociones que no necesitaba despejando mi mente para lo que es realmente importante. 




Los sentimientos pueden ser pesados, pueden ser complicados, y al final pueden ocupar todos nuestros sentidos. Si odiamos más de lo que amamos, si nos preocupamos más de lo que sonreímos, la vida se nos ira de las manos. La vida continua con o sin problemas, con o sin dolor, con vida o sin ella. 

La vida es frágil, por eso es bella, no nos quedemos con las cosas que no tienen importancia.
Crea recuerdos que brillen en la eternidad.

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