Lo que los gatos maullan...

viernes, 27 de mayo de 2011

Gatos poétas. Gatos tristes. Gatos maullando a la Luna.

¿Cuándo?

¿Cuántas noches pasaran para que no duerma con tu recuerdo y despierte pensando en ti?


¿Cuántas lágrimas derramaré antes de que deje de doler?


¿Cuándo tu recuerdo dejara de nublar mi cielo?


¿Cuándo tus memorias no me provocarán lágrimas?


¿Cuándo podre reír sin pensar en las risas que compartí contigo?


¡Cuándo me perdonaré por dejarte ir!


¡Cuándo viviré con la alegría de haberte conocido y no con la tristeza de haberte perdido!


¿Cuándo?


¿Cuándo comencé a querer tanto para que lo que ya sabía que iba a suceder me afectara así?


¿Cuándo me dijiste “adiós” te dolió tanto como a mí?


O sólo soy yo la que sufre y llora todos los días…


¿Verdad que dejará de doler?


Dime que así será, dime que todo estará bien y que mañana mi cielo será otra vez grande grande y azul azul.


A cada paso que doy, siento los pasos que ya no daré contigo.


Y cuando creo recobrar un poco el ánimo, tu recuerdo me aborda una vez más.


Y sentada en mi cuarto, en silencio, lloro sin consuelo, preguntándome si mis acciones fueran tan malas que no pudiste sopórtalas…o tan buenas que no pudiste entenderlas.


Y mis ojos cansados están de tanto llorar, mi garganta duele de tanto gritar, mi espíritu enflaquece de tanto dolor.


Mis ganas se van, con mi voluntad de levantarme un día más…


¿Es de tontos hacer de una persona tu mundo? O ¿Es de tontos no querer tanto así, que te destruyas en el amor a vivir sin él?


Las cosas que me recuerdan a ti, me roban una lágrima y un suspiro más.


Un poema que hable de ti.


Un dibujo que me recuerde a ti.


Un chiste que me hizo reír contigo.


Una furia que compartimos.


Un dolor que nos une.


Miro mi cuarto y nada me llena pero todo me mueve.


Miro mis ojos rojos de tanto llorar en el espejo, los siento pesados, como el dolor que ahora vive conmigo.


¿Cuánto tiempo pasara para que pueda continuar sin ti?


No es que te ame tanto.


No es que te hayas ido.


Es como te fuiste.


Es que me dejaste sola con tanto cariño, y yo que nunca había querido así, no sé qué hacer ahora.


No sé a quién dárselo. No sé si alguien lo quiera. No sé si se lo pueda dar a alguien más.


Mi alma duele, mi corazón late, mis ojos lloran y mis piernas se detienen, mis pasos no avanzan, mi mente solo piensa en ti.


¿Hasta cuándo será que me sienta así?


No me queda de otra sino esperar.


Se me acabaran las lágrimas que llorar, mi garganta sorda quedará, y sólo entonces tal vez pueda continuar.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Maúlla tú también. Maullemos todos juntos.