Lo que los gatos maullan...

jueves, 18 de junio de 2020

Ya no hay nadie que lea esto

Después de la tragedia uno busca el consuelo. 
Ella (D) llegó con urgencia de llenar el vacío.

Pero yo ya lo sabía, un clavo no saca otro clavo. Y no tienes que sacar siempre ese clavo, solo debes darte tiempo antes de el siguiente. Pero no pude negarte porque eras el reflejo de que estaban preocupados por la soledad. Sinceramente, no ayudaste, todo lo contrario. Es un infierno en vida ver cuánto te pareces a ella, pero nunca lo serás.

Ella (D) nació 24 días antes de que Ella (S) se fuera. Llegaste a mi en el peor momento para recibirte, necesitabas muchos cuidados porque eras pequeña y débil, y yo simplemente estaba harta de todo. Pero tuve que juntar todo y guardarlo en el fondo de mi corazón y hacerme cargo de ti. Lo único que te agradezco fue que me diste el pretexto de mirar a otro lado de ese dolor desgarrador. Tu no tenías la culpa, lo sé, y entendí entonces lo que significa pronta resignación. De ahí tu nombre. Nombre que no quería darte, porque era aceptar sobre todo, que no eras ella.

El proceso mas doloroso fue sonreír mientras te entregaban a mi. Y en silencio guardé las cosas de Ella mientras las lágrimas caían. Tu no tenías la culpa lo sé. Pero tampoco podía quererte rápidamente.
Muchas cosas se  apagaron en mí con su partida. Para mi ella era un faro en mi tormenta que me guiaba, mi preciada estrella del norte, esa guía perpetua. Y cuando te fuiste todo quedó vacío, sin luz. Para alguien como yo, que lucha diariamente con su mente, Ella era la voz que siempre me traía de vuelta. Sentada conmigo hasta las cinco de la mañana en una esquina del cuarto. Cuidándome. Alejando los miedos, acurrucándote junto a mi, calentado mi corazón. Todo eso se fue.

Estaba sola...Y tenía miedo.

Estaba aterrada, había pasado mucho tiempo desde que no me sentía así, lo había olvidado. Estaba por completo en tu misericordia y ahora abandonada. Solo quedaba el dolor y la soledad. Se supone que cada día debía ser más fácil, pero no. Cada día era peor que el otro, mis ataques comenzaron nuevamente, poco a poco, más frecuentes, más fuertes. Y me di cuenta que era débil, que siempre había estado apoya en ti.

Por eso, levantarse fue más difícil. Porque esta vez, lo tenía que hacer por mi propia voluntad. Descubrí lo que me faltaba, y también todo lo que me dejaste. Comprendí entonces, que estabas en mi. Y que no estoy sola. Aun tengo miedo. Pero, a la desgracia hay que enfrentarla con entereza. He vuelto a ser yo antes de ti, pero contigo. Es confuso, es extraño. Y estoy furiosa. Estoy rabiando de ira, y es doloroso. Porque no me puedo perdonar, porque sé que no fue culpa, no puedo estar enojada con nadie, porque sé que la vida es así. Se acaba. Pero la rabia esta ahí.

Estoy enojada porque la vida sigue, y sigue sin ti. Aunque yo no pueda, o no quiera. En el camino, no te voy a volver a encontrar.

Gasté todas las oportunidades que me diste, en cosas que no valían la pena, intente conocer un mundo en el que no me iba a quedar, y los pocos amigos que tenía, se quedaron atrás, en mensajes sin responder cuando realmente los necesitaba. Dirás entonces que no eran mis amigos, pero el pensamiento de que yo era la que no era amiga vino a mi. 

Estaba enojada conmigo porque perdí el tiempo en cosas que no eran importantes pero que no podía ver nada más allá de eso, estaba enojada porque me paralicé de miedo, como esa vez en esa acorralada entre la pared y ellos, como esa vez frente a ella,  la otra vez en ese cubículo obscuro y por último esa vez que mi voz no llegó por más que pedí perdón.

No di de mi lo que tenía que dar, salvo distancia. Porque eso es lo que soy. Pero quería hablar de ti con alguien, para hacerle saber que existes, para que el mundo sepa que estuviste aquí y que hubo en tiempo en el que yo existo por ti.

Y la verdad no me duele tanto que se vayan, solo me da curiosidad saber por que, qué parte de mi no soportaron, el yo que fingía que los entendía o el yo que dejó de fingir, el yo que se mostró vulnerable y lloro frente a ti mientras te pedía consejos, o el yo sin ti, que es volátil e inestable.

Pero una cosa lleva a la otra, por ejemplo este texto que era sobre el nacimiento de alguien y termino sobre el odio de otro alguien. El dolor no es una hebra solitaria, siempre se teje con otras como el arrepentimiento,  las dudas y todo lo que haga falta.

Pero yo sé que ya no hay nadie que lea esto.


viernes, 12 de junio de 2020

Es difícil respirar

Me levanto cada mañana peor que el día anterior, sueños extraños, el cuello adolorido y rígido, la espalda molida de no poder descansar y solo dar vueltas. Abrir los ojos es el peor momento y  respirar es difícil, tengo que recordarme hacerlo, no tengo fuerzas de nada y para nada. 

La comida me da asco así que estoy comiendo el mínimo. Mi energía se va en no llorar, en aguantar las lágrimas, en no desmoronarme públicamente. Aguanto en silencio todo, mi madre no puede verme así, ella ahora esta ocupada con su tratamiento. Tal vez me volví débil porque esta por terminar y pronto podré dejar de fingir que soy fuerte. O tal vez estoy simplemente llegando a mi limite.

Estoy cansada.
Estoy muy cansada.


lunes, 8 de junio de 2020

Vivir con la tristeza

Hace poco acepté lo que no creí que podría, supongo que el casi año me jodió, me hizo darme cuenta que aunque lo quisiera, no paso ayer, como mi corazón marca, sino hace ya 326 días. Porque una cosa es llevar la cuenta y otra querer reconocerla.

Me hizo percatarme que la rutina sigue, porque lo pero de la perdida es que uno queda aquí, viviendo en la ausencia. Quieras o no. Puedas o no. Aún respiras. En su mayoría dolor. Desde la entrada pasada llevo llorando diario, mentira, llevo llorando desde el 19 de julio de 2019.

Pero cada vez que miraba el dolor me daba cuenta que era muy grande y que me iba a devorar, así que cerraba los ojos a este, imaginaba cosas, me distraía con otras. Pero el dolor no se hacía más pequeño, y yo cada vez iba perdiendo más fuerzas para negarlo. Así que ahora simplemente lo acepté, acepté que esta ahí y va a seguir mucho tiempo. El que necesite.

Hoy, lo tomó de la mano. Para que no se quedé atrás y me siga y no se adelante y me espere dando la vuelta. Ya no habrá ataques sorpresas, ahora lo tomo de la mano para caminé conmigo todos los días. Mi horario es algo tipo de 9 a 10 limpieza, 10 a 11 almuerzo, de 11 a 1 comida de 1 a 3 llorar miserablemente en mi cuarto, de 3 a 4 comida, de 4 en adelante tiempo libre.

No hay más, ya no tengo fuerzas para escapar, me duele el cuerpo incluso de la carga. No puedo fingir estar bien porque la tristeza me ataca de golpe o la melancolía me arrastra de nuevo. Es mirar poco a poco que sus lugares ahora están vacíos y permitirme aceptarlo. Ha pasado ya casi un año. Y penas soy capaz de darme la oportunidad de aceptar que ya no esta, y todavía falta lo peor, aceptar que nunca va a volver por mucho que la esperé.








jueves, 4 de junio de 2020

Una mentira

Pronto seré el año desde que ya no estás conmigo, la vida no ha sido fácil y no se ha detenido, al contrario de mi, que deje de sentir todo. 

Nunca he sido una persona muy amigable, tardo en entrar en confianza, la ansiedad siempre ha sido primero, la que primero hablaba y me presentaba al mundo como quería. Cuando me cansé de esa vista, fui a terapia, estaba desesperada, ya no quería sentirme así, y por primera vez en  toda mi vida, me sentí tranquila con lo que era, conmigo y con mi mente. Aprendí a entenderla, a entenderme.

Fueron años hermosos, donde pude vivir plenamente.

Reí sinceramente con amigos. Disfrute el cielo y el viento. Viaje y cree recuerdos. Amé intensamente... Lloré intensamente. Me declaré y fui rechazada, sané heridas muy viejas, tuve nuevas. Fue una hermosa vista.

Hasta que te fuiste.

Yo nunca había pensado que llegaría el día, siempre habías estado conmigo, supuse que así seguiríamos. Es verdad que tuve una vida hermosa, pero eso fue porque estabas ahí, cuidándome a cada paso. Por ti supe como se abría el corazón a los sentimientos. Recuerdo que el día que cerraste los ojos, las palabras salieron de mi como sentencia...

"Ya no tengo amor para nadie"

Más que una sentencia, era una predicción. Porque no me puedo engañar, la única razón porque me aferre a la vida, es porque tu dependías de mi. A partir de ese momento, segundo a segundo se fue apagando la paciencia, la alegría, la ilusión. Todo parecía mentira, un acto que duro poco. Y volví a ser lo que era, lo que siempre he sido y seguiré siendo: Una perra insensible. Harta de ella misma. 

Aún cuando alguien se apiadó de mi y me dio un regalo maravilloso: tu, que fue hermoso, una calidez que me regreso los sentidos, me despertó para mirar la vida junto a ella, pero no lo merecía. Y lo que uno no se merece termina por abandonarlo.Yo acabé con tu vida y como castigo, me toca vivir despierta con tu ausencia. Pero aún en este frenesí, puedo estar tranquila porque te conocí, puedo sonreír por las memorias.

Me había estado esforzando por creer que la vida valía la pena, pero no importa cuanto repitas una mentira. Nunca será verdad.

Lo que valía todo, eras tú.

Pero no importa cuan grande sea el dolor, nunca desearía volver a la época antes de ti, porque tu, eres toda mi vida. Y hay cosas que ahora puedo hacer, solo porque estás en mi memoria, en mi corazón, aunque ya no haya lugar para nadie. Contigo fui completa.