Lo que los gatos maullan...

sábado, 3 de mayo de 2014

Cuando el tiempo no se detiene

Aunque estos días estoy más tranquila conmigo misma encuentro con que no me encuentro satisfecha con el tiempo. 

Siento que se me va de las manos más rapído de lo que debería y un parpadeo el tiempo se me escapa.

De pronto siento que no estoy haciendo nada y que el tiempo se me escapa de las manos, siento asfixia. Como si me hundiera en un mar negro y calmado, como si yo fuera de plomo y no puedo ni quiero intentar moverme. Solo soy capaz de observar como la superficie, esa luz, se aleja cada vez más y yo me vuelvo más oscura.

Lo puedo ver cuando cierro los ojos, me preocupa saber que tengo que hacer cosas pero no tengo la energía para hacerlas y cuando miro el reloj sigue avanzando.

Estos días siento que estoy cerca de las locura, creo hacer las cosas pendientes y descubro que no las hice, en clases atiendo pero al terminar no recuerdo mucho. Incluso llego tarde a clases.

Tal vez este pensando de más, tal vez estoy dando demasiadas vueltas y me estoy ahogando en medio vaso de agua, porque estoy segura que no llego ni a vaso lleno. Pero la molestia en mi cuello, y esa constante sensación de que estoy olvidando algo. Mi mente se desborda trabajando en algo que no comprendo que es. 

Me preocupan mis amigos y mi familia, me preocupa no saber en que fecha ni día vivo. Un compañero me dijo que preocuparse es justo eso, adelantarse a lo que crees pueda pasar, cuando piensas en lo que vas a contestar dejas de escuchar lo que te están diciendo. No puedes vivir en dos lugares a la vez.

El que sirve a dos señores con uno queda mal.

Me da miedo comenzar a vivir y tengo miedo  de morir antes de terminar lo que quiero.

Tengo miedo de amar y de ser amada, me han roto el corazón tantas veces que si alguien quisiera quedarse conmigo yo no sabría que hacer, ahora no buscó una relación y sé que llegará cuando tenga que llegar, pero me aterra pensar que llegará.

Me da miedo el futuro y los cambios que traerá, yo aún no supero los que pasaron, pero el mundo sigue cambiando y no me deja descansar.

Me da miedo reconocer que me gusta alguien, me aterra decirlo en voz alta. 

No le tengo miedo al rechazo sino a que me acepten, tengo miedo también de que el rechazo sea por eso mismo.

Y ahora descubro que si leo esto del ultimo párrafo al primero las cosas cambian: me temo a mi misma...




2 comentarios:

  1. El tiempo no corre, sino la vida y aunque sea díficil, hay que afrontarla, encararla, sentirla, disfrutarla, vivirla."Nuestro miedo más profundo no es que seamos inadecuados.
    Nuestro miedo más profundo es que somos poderosos sin límite.
    Es nuestra luz, no la oscuridad lo que más nos asusta.
    Nos preguntamos: ¿quién soy yo para ser brillante, precioso, talentoso y fabuloso?
    En realidad, ¿quién eres tú para no serlo?
    Eres hijo del universo.
    El hecho de jugar a ser pequeño no sirve al mundo.
    No hay nada iluminador en encogerte para que otras personas cerca de ti no se sientan inseguras.
    Nacemos para hacer manifiesto la gloria del universo que está dentro de nosotros.
    No solamente algunos de nosotros: Está dentro de todos y cada uno.
    Y mientras dejamos lucir nuestra propia luz, inconscientemente damos permiso a otras personas para hacer lo mismo.
    Y al liberarnos de nuestro miedo, nuestra presencia automáticamente libera a los demás." Nelson Mandela

    ResponderEliminar
  2. Efectivamente, me aterro la luz que vi en mi, me aterró y decidí no verla, pero uno no puede engañarse por tanto tiempo, y la venda cayó. Gracias por el comentario, lo mantendré bien presente.

    ResponderEliminar

Maúlla tú también. Maullemos todos juntos.