Lo que los gatos maullan...

domingo, 1 de febrero de 2015

Uno. Dos. Tres. Segundos y besos, pierdo la cuenta.

Es raro, he empezado a escribir esta entrada sin pensar en el nombre, yo escribo a partir del nombre, pero ahora no sé como debo sentirme, no sé como se titulará este escrito.


28 de enero, pude apreciar el momento, pude degustarlo, me detuve a saborearlo. 


Supe que algo iba a pasar cuando detuvo el motor del carro, de manera normal, habitual, pero algo era diferente, estoy acostumbrada a él, así que lo noté y lo deje pasar. 


Hablamos. De pronto se acostó en mis piernas, como midiendo el terreno, como probándome. Instintivamente, acaricié su cabeza y se relajó. Se incorporó. Volvió a hacerlo. 


Hablamos. Nos miramos, reto la distancia. Calculando, como pidiendo permiso.


Su brazo se extendió hacia mí, rodeándome ligeramente. Cuando me acerqué un poco me capturó, me mantuvo en su pecho.


Luego pasamos a la casa. Me abrazó mientras veía una película, yo no le estaba poniendo mucha atención. Sentía su respiración, escuchaba su corazón. Alcé la mirada, sabía que me estaba observando, la distancia desapareció. Uno. Dos. Tres. Segundos y besos, pierdo la cuenta. 

Caricia. Abrazos. Deseo. Marcas. Las estrellas en el techo. Besos sin sabor a alcohol.


Me habla claramente. Me pide. Le concedo. Me mira a los ojos. Me atraviesa el alma. Y yo, ya no sé nada.



2 comentarios:

  1. Que bonito :3

    saludos, primera vez que paso y seguiré pasando a leer más

    ResponderEliminar

Maúlla tú también. Maullemos todos juntos.