Lo que los gatos maullan...

martes, 25 de septiembre de 2012

Errores.

Cometemos el error muchas veces de juzgar cuando el sentimiento nos embarga, nos satura y nos derrama. 

Cometemos el error de aferrarnos a lo que amamos y odiar a los que se lo han llevado lejos.

No sabemos nada de las personas.




Te odie con la misma intensidad con la que te amé. 
(Pero me odie más a mi misma.)

Odie tus palabras dichas y juradas, tú mirada, tus manos, odie que me hayas tocado. 
(Odie haberte seguido.)

Tus palabras manchadas de verdad y mentira resonaron en mi mente.
(Mi llanto no me permitió escucharlas más.)

Te odie y me odie. Llegue al punto de no saber si me engañabas a mí o a ella.
(Ahora estoy segura de que siempre me engañaste a mí.)


Eso ya no importa: Me enseñaste como es la vida, y lo doloroso que puede ser amar.
Me mostraste en que le fallé a él.




¿Cuanto tiempo ha pasado?
.
No estoy segura, siento como si fuera sido ayer, pero cuando intento mirar atrás, todo se ve demasiado lejos. 


Cuando en verdad se ama nunca se odia.    

Se ama por todo lo que implica. Por todo lo que se dice y calla. Por lo que se es y será, por lo que se fue y por lo que no. Por la fuerza y debilidad. Por las alegrías y tristezas, por todo, todo lo que se es.

Yo amo al monstruo que existe dentro de ti. Eso que ocultas, yo lo abrazaré.

Se necesita una luz en la oscuridad del corazón


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