Lo que los gatos maullan...

miércoles, 13 de febrero de 2013

Nosotros después de eso.

No podemos estar siempre bien, de otro modo no maduraríamos. Las lecciones, algunas veces, tiene que doler para que las entendamos y conservemos. Las cicatrices son el orgullo de una batalla, que nos destrozó, pero no nos mató. La vida es mucho más complicada que morir de amor o de soledad.

La vida es levantarnos, no importa cuanto nos tomé, lo que importa es que al levantarnos podamos mirar el cielo y ver su verdadero color e inmensidad y descubrir que nuestros problemas son pequeñeces en el universo, y que nuestro dolor, no importa porque sea, es nuestro y tenemos derecho a sentirlo y él tiene derecho a destruirnos para que podamos ser mejores.

No sé porque te sientas mal, pero todo va a pasar eventualmente, aunque creas que es eterno, recuerda, la eternidad no existe, ni en tiempo ni en materia.
Escribe para que perdure y mañana puedas decir: mi tormenta ya pasó, pero aprendí. Y cuando te sientas abatido relee tú tormento y recuerda que estás en tú lugar, porque recorriste un camino, porque viviste y porque ese es el lugar por el que luchaste, es tuyo y nadie te lo quitará.

Puedes perder todo, pero no te pierdas a ti misma. 

Supera la vida. Yo creo que si no la superas, realmente nunca la vivirás, al menos desde mi punto de vista debes poder vivir con ella sin remordimientos ni cadenas, debes aprender a superar las situaciones. Te equivocaste es verdad, te dolió es verdad, pero también ganaste, llegaste lejos,a donde nadie llego, solo debes poner un equilibrio. Suena complicado lo sé. 

A mí me tomo cerca de un año, uno en el que me encerré en casa, en mi cuarto, en el que lo único que podía hacer era llorar, era lastimarme de todas las formas posibles, castigarme por un error, estaba casi sola (porque algunos se quedaron a mi lado en ese dolor), pero superé la vida, me supere a mi misma.

Para vivir la vida debes tener paz interior, y antes de tener paz debes estar lleno de caos, pero llegará esa epifanía, llegará cuando la tormenta más ruido haga, cuando ya no puedas caer más bajo, cuando creas que nunca terminará, entonces cuando ya no tengas nada que perder, podrás ganarlo todo.

Esta experiencia es difícil de explicar, las epifanías son cosas muy personales, y espero que tu encuentras la paz interior de un modo más sencillo.

Como puedes ver, la vida es más  complicada que morir de amor o soledad, pero algún día todos seremos mariposas volando en el cielo, en mi caso, por ahora me gusta ser un gato en el tejado amando la luna y cantándole  a los grandes azules.


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