No
podemos estar siempre bien, de otro modo no maduraríamos. Las lecciones,
algunas veces, tiene que doler para que las entendamos y conservemos. Las
cicatrices son el orgullo de una batalla, que nos destrozó, pero no nos mató.
La vida es mucho más complicada que morir de amor o de soledad.
La
vida es levantarnos, no importa cuanto nos tomé, lo que importa es que al
levantarnos podamos mirar el cielo y ver su verdadero color e inmensidad y
descubrir que nuestros problemas son pequeñeces en el universo, y que nuestro
dolor, no importa porque sea, es nuestro y tenemos derecho a sentirlo y él
tiene derecho a destruirnos para que podamos ser mejores.
No
sé porque te sientas mal, pero todo va a pasar eventualmente, aunque creas que
es eterno, recuerda, la eternidad no existe, ni en tiempo ni en materia.
Escribe
para que perdure y mañana puedas decir: mi tormenta ya pasó, pero aprendí. Y
cuando te sientas abatido relee tú tormento y recuerda que estás en tú lugar,
porque recorriste un camino, porque viviste y porque ese es el lugar por el que
luchaste, es tuyo y nadie te lo quitará.
Puedes
perder todo, pero no te pierdas a ti misma.
Supera la vida. Yo creo que si no
la superas, realmente nunca la vivirás, al menos desde mi punto de vista debes
poder vivir con ella sin remordimientos ni cadenas, debes aprender a superar
las situaciones. Te equivocaste es verdad, te dolió es verdad, pero también
ganaste, llegaste lejos,a donde nadie llego, solo debes poner un equilibrio.
Suena complicado lo sé.
A
mí me tomo cerca de un año, uno en el que me encerré en casa, en mi cuarto, en
el que lo único que podía hacer era llorar, era lastimarme de todas las formas
posibles, castigarme por un error, estaba casi sola (porque algunos se quedaron
a mi lado en ese dolor), pero superé la vida, me supere a mi misma.
Para
vivir la vida debes tener paz interior, y antes de tener paz debes estar lleno
de caos, pero llegará esa epifanía, llegará cuando la tormenta más ruido haga,
cuando ya no puedas caer más bajo, cuando creas que nunca terminará, entonces
cuando ya no tengas nada que perder, podrás ganarlo todo.
Esta
experiencia es difícil de explicar, las epifanías son cosas muy personales, y
espero que tu encuentras la paz interior de un modo más sencillo.
Como
puedes ver, la vida es más complicada
que morir de amor o soledad, pero algún día todos seremos mariposas volando en
el cielo, en mi caso, por ahora me gusta ser un gato en el tejado amando la
luna y cantándole a los grandes azules.
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