Lo que los gatos maullan...

lunes, 2 de mayo de 2011

Cosas de gatos II

Bien, no tenía ganas de ir a la escuela, pero al final me he quedado en casa por otras razones: mi estomago y su incurable malestar.
Después de dos tratamientos uno pensaría que es suficiente. Pero no lo fue.

Mis malestares son extraños, siento escalofríos y pulsaciones, puedo vivir con eso, pero no puedo vivir sin comer...cada vez que como me duele, pero el dolor se intensifica cuando como cosas dulces, y yo era una adicta declarada al azúcar, y digo era porque en este tiempo he tenido un proceso de desintoxicación , aún se me antoja increíblemente. 

Así como cuando se te antoja besar a tu persona amada, así así, de rápido en los recuerdos, de necesario como respirar, de pasional como vivir.


 Pero no más, los romances fugaces es lo único que hay en mi vida, no sirvo para las relaciones largas, principalmente porque les temo. Pero aun con todo eso, estoy segura de que existe lo eterno, como esos amores con los que uno sueña.

Pero mi relación con el azúcar era diferente. Nos entendíamos mutuamente, no hacíamos preguntas demás, generalmente no hacíamos preguntas, nos entendíamos en esos silencios llenos de gritos de dolor, de rabia, de amor...Pero ya no más.

Por un lado está bien, he decidido tirar mi colección de botellas. Muchos se sorprendieron cuando lo dije. Pero no le veo caso seguir atándose al pasado. 

Busqué llenar el vació que sentí en mi vida, llenado mi cuarto, mi espacio, mi zona, mi territorio...mi vida con cosas materiales. Y ahora estoy toda harta de ellas.

Si estas pensando, como un gato normal lo haría,  que tengo un trastorno alimenticio, de esos que están de moda para entrar en un pantalón talla 5. No lo es. Sólo había una cosa que amaba más que el azúcar en esta vida. 

¡COMER!

Ese deleite que te provoca el contacto de esa texturas suaves y jugosas, crujientes, saladas. Esas tantas texturas que te llevan a una epifanía de existencia. De comer y luego existir. Pero ya no más.

Hoy soy un gato que se a quedado sin muchas cosas. Pero también soy un gato que se ha ganado otras tantas.

He perdido el miedo a decepcionar a las personas. He ganado confianza en las relaciones.  
No procures, no trates, no te ates, se como eres y recuerda pensar y ver la situación como es . Te acepto como eres, con lo errores y logros. El único modo en que me podrías decepcionar es comenzar a tratar de no decepcionarme.
Eso es lo que hago con las personas. Cuando una personas te acepta por lo que eres, acepta todo lo que implicas. 
Si quieren estar contigo (conmigo) son bienvenidas, si no lo quieren, espero que encuentren a alguien, pero no voy a sufrir por eso.

Es momento de cerrar ciclos y destruir otros tantos.

 Bien, me he vuelto a pasar con el tamaño, esto está muy largo... pero bien. Así lo dejaré.

Es momento de dejar de comer estrellas...y empezar a construirlas.

 

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